“EL HOMBRE MUERTO” del escritor Horacio Quiroga.
“La tendencia fatal de nuestro siglo me arrastra sin
procurar apartarme de la corriente. Siento una especie de placer en mis
sufrimientos, en mis tristezas, y aún desearía padecer más, para encontrar en
el fondo de mi escepticismo una realidad que se destaque poderosa, con el tinte
de dolor que nos sofoca, del gran dolor eterno”
¿De qué manera se propone una interpretación de la muerte
como símbolo constante en los cuentos de Horacio Quiroga, específicamente analizando su relato “El
Hombre Muerto”? “El hombre muerto” nos lleva a la cotidianidad de
nuestras existencias. En este cuento se
ejemplifica la muerte como lo incierto de la vida.
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Aunque es sabido que la simbología de la muerte no
deja de ser una mera aproximación de lo mucho que desconocemos de la misma, la narración que se presenta en este relato se
trata de un acercamiento a esta posible realidad programada desde nuestro
nacimiento. El autor ve reflejado el
deseo de un final funesto pero que al mismo tiempo no pierda la cotidianidad de
los acontecimientos que se dan para provocar este fin. Es de esta manera que la
muerte como la presenta Quiroga como algo normal, pero que al mismo tiempo no
deja espacio alguno para el raciocinio
humano para el cual la muerte sigue siendo aún un gran misterio.
Cuando se analiza la vida de Horacio Quiroga, se
puede evidenciar la proximidad y casi
mal interpretada intimidad que él mismo guarda con las temáticas
mortuorias. Los ambientes de campo tan
repetidos en sus cuentos, los personajes que viven una vida normal y corriente
que de pronto son interrumpidos abruptamente por la llamada de la muerte. Si se
hace una comparación con las experiencias vividas por el escritor se revela ante
la mirada del lector un paralelismo con la realidad de Quiroga. De esta forma
queda plasmado en el texto el
sentimiento combinado con la ficción del cuento que se brinda de lectura al
lector.
En el cuento en cual se encuentra cimentado este
ensayo, se observa claramente la magnitud de la muerte en la vida de un hombre,
el cómo la misma es impredecible e inevitable, a continuación se cita un
fragmento para complementar lo antes dicho : “¡Muerto! ¿Pero es posible? ¿No es
éste uno de los tantos días en que ha salido al amanecer de su casa con el
machete en la mano?”. Es así que se
puede recalcar que las experiencias de
la vida diaria en los cuentos de Horacio Quiroga son truncadas por
acontecimientos que al tiempo van estrechamente relacionados con la realidad
del personaje.
En conclusión el autor y su vida se ven reflejados en
los cuentos que el mismo escribe. Sus sentimientos hacia la vida y lo efímero
de la misma en las experiencias y
vivencias de sus personajes así como las
reflexiones de los mismos. En este tipo de escritos es posible palpar cada
letra que, aunque con matices de ficción esconden realidades y sentimientos
ocultos en cada línea.
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